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Es imposible que el rapero Kanye West deje de sorprender.
Esto porque ha pasado de tener encontronazos con artistas como Taylor Swift,
admitir que padece ansiedad y depresión, defender a Donald Trump hasta ocuparse
de su propio servicio religioso, digamos que es su propia misa de domingo.
Pues Kanye West llevó su “Sunday Service” o “misa musical”
por dos horas al Festival de Coachella en California. Esta misa la realiza con
invitados especiales usualmente en su hogar y su misión es conectarse con la
religión, siendo él el anfitrión.
Pero, como todo lo que rodea Kanye y la familia de su esposa
Kim Kardashian, se puede creer que es otro método de publicidad de sus
estrafalarias vidas, pues este “servicio religioso” cuenta con una banda de músicos
y cantantes que suman unas 100 personas entonando canciones en gospel, según se
puede ver en fotografías y vídeos compartidos en las redes.
De hecho, Kim Kardashian ha grabado a su hija bailando y
cantando al ritmo de la música, dejando abierta la posibilidad de que siga a su
padre.
De alguna forma este artista ha tenido una curiosidad por lo
divino. Uno de sus raps más exitosos es “Jesus Walks” y su marca de tenis
fabricada por la Adidas lleva el nombre de Yeezy, que podría ser un derivado de
“Yeezus”, el nombre de uno de sus álbumes y hasta una forma de él llamar a
Jesús.
En efecto, Kanye West se las trae. Como es una figura que
suele dar declaraciones, solo resta esperar que dirá.
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